La comisión de medio ambiente dentro del movimiento social 15M dentro de las comarcas de interior de Castellón Alto Palancia y Alto Mijares ha consensuado el siguiente manifiesto:
Estas empresas son creadas exclusivamente para la incineración de residuos altamente tóxicos y que en algunas ocasiones se le cambian los usos para camuflar y eludir controles de lo que se queman en sus calderas, están dirigidas por empresas y personas foráneas que buscan la rentabilidad económica por encima de los intereses de la localidad o comarca destruyendo el entorno natural donde se instalan y posteriormente dejándola en un estado de inabitabilidad.
Estos proyectos no son rentables entre otras porque están basados más en las ayudas a la producción que pueden recibir de Europa y no a que sean de economía sostenible y sobretodo que dispongan de empleos reales para la población de su entorno, este argumento es con el que comprar voluntades de las poblaciones de interior que a su vez son víctimas de la rentabilidad empresarial y la falta de escrúpulos políticos locales.
Destruyen y contaminan los habitad naturales impidiendo otro tipo de iniciativas más integradas en la dinámica local como el turismo, agricultura, cinegética. Perjudican a las pequeñas explotaciones rurales que si pueden ser económicamente sostenibles e incluso beneficiosas para su entorno que por añadidura son de carácter familiar o en cooperativa con capacidad de arraigo a muy largo plazo que es lo más necesario para las poblaciones de interior.
Se nos dice y bombardea desde los medios de comunicación que debemos cuidar la Naturaleza, pero son nuestras Conserjerías y Alcaldías las que fomentan y autorizan la destrucción de los bosques promoviendo estas iniciativas empresariales
Las actuales masa forestales son producto del abandono de la agricultura tradicional y supuestamente son de interés para la calidad ambiental, faunística y social, pero también son explotados sin las debidas medidas de seguridad para supuestamente ser utilizado como combustibles para estas empresas, de todos es sabido que esto no es viable económicamente para nadie.
La falta de voluntad Política o corrupción generalizada existente impide que las naves de producción tengan un control efectivo de lo que ocurre en estas empresas, además de que su entorno laboral está exento en ocasiones de las mínimas garantías de seguridad y calidad ambiental en el trabajo, hemos comprobado que la legislación protege al empresario ante las inspecciones sindicales y ciudadanas dándoles derechos de estado dentro del recinto por lo que una vez instaladas están fuera de control y cuando se produce una denuncia las sentencias permiten la continuidad en aras de la producción y no del interés general, porque es evidente que quienes sentencian están fuera del alcance de la contaminación que producen estas empresas o son parte de la estructura empresarial con lo que la defensa de los intereses de la población desaparece de forma continuada.
Por todo esto nos lleva a pensar que los proyectos de incineración no solo no son seguros si no que se nos miente a l@s ciudadan@s en cuanto a la mejora de empleos o la seguridad, que esto no es más que otro expolio de los recursos naturales de las comarcas de interior con el apoyo de los políticos de los grandes partidos que residen las ciudades en manos de una casta empresarial que está lejos de ser o comportarse como nuestros conciudadanos. La constante destrucción de las masas forestales que oxigenan nuestras ciudades no pueden seguir siendo accesible a estos proyectos y empresarios sin escrúpulos.
Por tanto, nuestra posición es de rechazo absoluto a toda esta práctica insostenible en la obtención de energías considerando la existencia de diferentes alternativas.
Viver, miércoles 07 de septiembre de 2011.
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA POR PRODUCCIÓN ELÉCTRICA MEDIANTE INCINERACIÓN DE BIOMASA
Estas empresas son creadas exclusivamente para la incineración de residuos altamente tóxicos y que en algunas ocasiones se le cambian los usos para camuflar y eludir controles de lo que se queman en sus calderas, están dirigidas por empresas y personas foráneas que buscan la rentabilidad económica por encima de los intereses de la localidad o comarca destruyendo el entorno natural donde se instalan y posteriormente dejándola en un estado de inabitabilidad.
Estos proyectos no son rentables entre otras porque están basados más en las ayudas a la producción que pueden recibir de Europa y no a que sean de economía sostenible y sobretodo que dispongan de empleos reales para la población de su entorno, este argumento es con el que comprar voluntades de las poblaciones de interior que a su vez son víctimas de la rentabilidad empresarial y la falta de escrúpulos políticos locales.
Destruyen y contaminan los habitad naturales impidiendo otro tipo de iniciativas más integradas en la dinámica local como el turismo, agricultura, cinegética. Perjudican a las pequeñas explotaciones rurales que si pueden ser económicamente sostenibles e incluso beneficiosas para su entorno que por añadidura son de carácter familiar o en cooperativa con capacidad de arraigo a muy largo plazo que es lo más necesario para las poblaciones de interior.
Se nos dice y bombardea desde los medios de comunicación que debemos cuidar la Naturaleza, pero son nuestras Conserjerías y Alcaldías las que fomentan y autorizan la destrucción de los bosques promoviendo estas iniciativas empresariales
Las actuales masa forestales son producto del abandono de la agricultura tradicional y supuestamente son de interés para la calidad ambiental, faunística y social, pero también son explotados sin las debidas medidas de seguridad para supuestamente ser utilizado como combustibles para estas empresas, de todos es sabido que esto no es viable económicamente para nadie.
La falta de voluntad Política o corrupción generalizada existente impide que las naves de producción tengan un control efectivo de lo que ocurre en estas empresas, además de que su entorno laboral está exento en ocasiones de las mínimas garantías de seguridad y calidad ambiental en el trabajo, hemos comprobado que la legislación protege al empresario ante las inspecciones sindicales y ciudadanas dándoles derechos de estado dentro del recinto por lo que una vez instaladas están fuera de control y cuando se produce una denuncia las sentencias permiten la continuidad en aras de la producción y no del interés general, porque es evidente que quienes sentencian están fuera del alcance de la contaminación que producen estas empresas o son parte de la estructura empresarial con lo que la defensa de los intereses de la población desaparece de forma continuada.
Por todo esto nos lleva a pensar que los proyectos de incineración no solo no son seguros si no que se nos miente a l@s ciudadan@s en cuanto a la mejora de empleos o la seguridad, que esto no es más que otro expolio de los recursos naturales de las comarcas de interior con el apoyo de los políticos de los grandes partidos que residen las ciudades en manos de una casta empresarial que está lejos de ser o comportarse como nuestros conciudadanos. La constante destrucción de las masas forestales que oxigenan nuestras ciudades no pueden seguir siendo accesible a estos proyectos y empresarios sin escrúpulos.
Por tanto, nuestra posición es de rechazo absoluto a toda esta práctica insostenible en la obtención de energías considerando la existencia de diferentes alternativas.
Viver, miércoles 07 de septiembre de 2011.
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